Crónica
20-feb-2005
Sayalonga - Arenas (cambiada)
" Juan sin miedo "
A los globeros no hay quien los entienda. Si la semana pasada estaban medio mauros subiendo a Moclinejo, esta se meten un apretón y ni se enteran. Ya contaremos. Hoy fueron:
El calentamiento se hizo a lo compadre, sin pasar de 28. El frío tempranero endurecía las uñas, pero cada minuto que pasaba mejoraba el ambiente. A Juan le estuvieron dando la murga con su escapadita del fin de semana de los “enamoraos” al hotel de concentración "El Globero Peleón".
Llegaron a Algarrobo con normalidad. Alfonso y Rafa se adelantaron para coger agua y quitarse el chubasquero.
El asfalto sigue de pena. Guille y Alfonso se marcharon a buen ritmo, mientras que Pepe, Juan y Rafa mantenían un ritmo de entreno más conservador pensando en la semana que viene. Al final entraron en Sayalonga en primer lugar como si le hubieran robado la cartera, seguido a dos minutos y medio de Guille, y uno más de Pepe, Juan y Rafa.
Antes de llegar al cruce de Árchez fuimos vociferados por un tío calvo montao en un autobús, que nos jaleó como si se tratara de la Vuelta Ciclista y les costásemos dinero.
En esta ocasión pararon a cafetear en el Mesón Mudéjar de Árchez. Pero la guasa vino cuando se disponían a tomar el atajo hacia Arenas, con Pepe y Rafa embocando hacia el Puerto Carboneros con la sana intención de pegarle un susto a Juan. A los pocos segundos se escuchaba al susodicho pegando voces avisando de que por allí no era... Una vez que se rieron un rato se dieron media vuelta para continuar por donde siempre, pero ahora era Juan el que les pegó el corte con el platillo engranao y diciendo que tiraba para arriba con dos piñones.
Otra vez vuelta arriba, despacito, hacia el “Cabronero”. Ya que coronaron y enseñaron el paisaje a Guille, muy amante de la naturaleza y todo lo silvestre, continuaron hacia Canillas para enseñarle el parque natural de La Raige.
La rampa de despegue de Salares esta vez no se atragantó. Parece que el café de Árchez estuviera dopado (como poco). El resto de la caminata era muy dulce. Todos disfrutaron del paisaje sobremanera. Es con diferencia la ruta más bonita de la Axarquía.
En Canillas se encontraron que ya estaba arreglada la circunvalación, pero a pesar de ello tiraron por mitad del pueblo aunque estuviera cortado para coger agua. Alfonso se perdió por las tiendas y es que estaba comprando torrijas para todos. Se pusieron moraos.
La vuelta parecía sencillita. Ya en Trapiche una brisita en contra molestaba un poquito. Los relevos comenzaron a 35 km/h, pero luego bajaron a 32.
Una vez en Torre del Mar el viento era más notorio. El ritmo era de 32-30. Pero pasada la Kaka era imposible llegar al 30. Alfonso, Guille y Rafa se turnaron a relevos por kilómetro para hacerlo más llevadero.
En el sprint final Alfonso todavía tenía ganas de fiesta, pero solo Guille aceptó la invitación. El resto estaban bien serviditos.
Con esto fueron 94 km en 4:10 h a una media de 22,5 km/h.
Cronistas: Alfonso y Rafa.