Crónica

05-jun-2005

Moclinejo - Benamocarra - Iznate - Cajiz

" Vaya rollo más chungo "

Ni la alegre entrada en la gasolinera de Alfonso por Verdiales a las 7 de la mañana con la megafonía del coche a todo trapo, ni el resplandeciente día que acababa de despertar, y ni el buen animo de los globeros fueron capaces de arreglar el incidentado día que se avecinaba.

Nada más llegar se disponen a subir en la baca del coche de Juan la sufrida -y mas que va a sufrir- bicicleta de Pepe. Una vez que se consigue amarrar al artilugio diseñado al efecto, se parte a velocidad crucero de 120 km/h hacia Órgiva marcando el ritmo de caravana: el incombustible Juan acompañado de Pepe, mientras Rafa y Alfonso se encuentran en el coche-2 a la estela del susodicho. Hasta entonces había parado dos veces a comprobar que la bici estaba bien amarrada. Algo sonaba por allí arriba del techo pero no parecía que fuera la bici.

Pues bien, pasado Nerja antes de entrar en los túneles -menos mal- los habitantes de coche-2 ven como la bici de Juan se apea inopinadamente y con una naturalidad pasmosa del coche-1, y tras un par de volteretas es rescatada del asfalto con el manillar, sillín y posiblemente cambio trasero hechos unos zorros. Las ruedas presentan también rastros del intento de suicidio (levemente alabeadas), pero con las ganas de seguir para delante D. Pepe pregunta que si se puede enderezar el manillar que estaba hecho un siete. Visto que nada se podía hacer por reanimar a la pobre bici que precisa de una buena sesión de quirófano se decide llevar a Pepe a su casa, no sin antes tomarnos un buen desayuno. El mal rollo que te deja en el cuerpo de globero al ver la máquina por los suelos, unido de la carita que se te queda al no tener repuesto en boxes, invitó a que se anulara la etapa para otra ocasión en la que Pepe tuviera la bici lista para volver a intentarlo.

Con esas improvisaron un Moclinejo-Benamocarra-Iznate-Cajiz los supervivientes:

• Juan
• Alfonso
• Rafa

Aparacaron los coches en Condemor. Con ello conseguirían calentar unos 5 km antes de comenzar a subir. La marcheta era muy suave, los tres prácticamente juntos.

Alfonso tenía un ruidito que no conseguía averiguar de donde venía. El mecánico le dijo que era el pedalier y se lo cambió hace unos días , pero el ruidito seguía dando por el negro. De repente se le ocurrió intencambiar las ruedas con Rafa para así probar si seguía la misma música, pero las ruedas de éste están aun peor con un sonajero que delataba la porquería que tiene metida en las cabezas de los radios. En fin, algún día averiguará donde está el gato.

El resto de la etapa no tuvo movidas de mención excepto el rampón de entrada a Benamocarra que sorprendió a Alfonso por su repunte final y las obras que adornaron la carretera con vayas demás enseres. Allí pararon a tomar café otra vez, no porque tuvieran sueño, sino por recuperar un poco el pulso. El día iba de “tranki”, pero con propinitas.

Ya en la N-340, destacar el sprint final donde Alfonso marcó el record personal de “bola extra” con 198 “pedos por minuto” llevándose el sprint por una cuarta a Rafa quien no esperaba un globero tan desbocao por ahí saliendo como si de un Ferrari se tratara. Para que conste en el parte médico, quedó gráficamente registrado el 198 en el cuenta-maures con una emotiva instantánea que Rafa sacó con ese móvil multimedia que tiene. A veces pensamos que en la Legión alguno se fumó algo más que un pitillo.

El reloj marcó 2:20 h para 57 km a una media de 24,4 km/h. Como el día acabó temprano se metieron unas birras con jamón (el que no se comieron en Trevélez) como vendetta. Esperamos que para la próxima semana tenga lista Pepe la bici para volver a la carga.

Y como no tuvieron bastante, comentar la pérdida y posterior hallazgo de la rueda de Juan que se la olvidó en Condemar antes de montar la bici en el cohe, dándose cuenta cuando llegó a la Sede, pero providencialmente después de casi dos horas la encontró muy cerca de donde se le había perdido. Está claro que hoy no era el día.

 

Cronistas: Alfonso y Rafa.