Crónica
05-01-2014
Sayalong - Árchez - Arenas
Como acordamos, Javi y Ray estaban viniendo para el punto de salida y nos encontramos a la altura del cuartel de Benagalbón. Yo estuve un minuto en la gasolinera a las 9:00 h. para ver si venía alguien, pero no llegó ningún conocido. Eso sí, pasaron varios grupos de ciclistas.
Al empezar el viento era ligeramente a favor, con una velocidad en la bici que superaba los 30km/h. Javi iba tirando todo el rato y confieso que me llevaba algo fuera de punto. Ray detrás aguantando la rueda.
Llegamos a Torre del Mar y eché un vistazo al bar Centro por si veía a Eddy, pero no le ví, así que proseguimos hacia Caleta y más tarde en Algarrobo Costa giramos hacia Algarrobo Pueblo. Las primeras rampas eran ya un test postfestivo para Ray pues estaba convaleciente de los estragos de un bautizo, en forma de buen yantar y mejor beber, por lo que le costaba mantener la rueda. En ese momento decidimos poner un ritmo “piano” que nos permitió a todos disfrutar de la compañía, realizar una parada en Sayalonga para reagrupar a Ray, que se quedó rezagado al quitarse ropa de abrigo y una vez los tres juntos emprendimos un ritmo pausado hasta llegar a Archez, lugar en el que avituallamos unos cafés y algo de viandas.
Tras la pausa, llega la hora de dirigirse a Arenas, no sin antes alcanzar Corumbela y Daimalos, pueblos que aparecen tras subir uno repechos sostenidos sin demasiada exigencia. El tiempo muy bueno, sin apenas viento y se divisaba llegando Daimalos el reflejo del mar a lo lejos.
Dejándonos caer cuesta abajo llegamos a Arenas, lugar que presagiaba el viento que nos encontraríamos al llegar a Torre del Mar, hecho que ocurrió tras esquivar Velez-Málaga por la carretera que pasa justo al lado del estadio Fernando Ruiz Hierro. Por El Ingenio el viento era ostensible, pero llevadero y cuando alcanzamos la estación de autobuses de Torre del Mar, ya mostró su lado más feroz.
Aquí ya todos empezamos a dar signos de debilidad, sobre todo Ray y más tarde Javi, que le costaba seguir mi rueda, aunque yo creo que también esperaba a Ray para servirle de locomotora. Yo me adelantaba sin darme cuenta, porque cuando vas mal, tienes que poner tu propio ritmo para no quedarte clavado por culpa de viento y eso es lo que me sucedía, que tenía que seguir a 25km/h para evitar quedarme sin posibilidad de avanzar a un ritmo adecuado.
La llegada a Chilches seguro que fue un alivio tanto para Ray como para Javi. A mí me tocaba lidiar con el viento hasta Pedregalejo, pero reconozco que no llegué tan mal como otras veces.
La etapa desde Benagalbón ida y vuelta, 82 kms y el tiempo invertido 3:50 h. a una media de 21,4 km/h. Así el calendario 2014 queda inaugurado.
Cronista: Eduardo.